le decía la muerte al funebrero
mientras lo observaba maquillar
un cadáver recién fallecido.
"Así no temerán más de lo debido",
musitaba casi para sí misma
mientras éste escondía
las putrefacciones de la carne inerte
con ungüentos y cosméticos.
Maquillar / Pintar / Tapar / Disimular / Encubrir / Ocultar / Camuflar / Silenciar /
Borrando todo signo vital que recuerde que una vez estuvimos vivos.
Llevándose la memoria de todos y cada uno de los días pasados.
Arrancando uno a uno los últimos estertores, las muecas finales.
Dejando un cráter invisible, en el espacio que antes ocupábamos.
Reduciendo a la nada la conciencia de quiénes fuimos.
Anulando la huella que dejamos (o dejamos de dejar) en el mundo.
Desapareciendo en el aire a la gente que despacito y con algún dolor nos irá olvidando.
"Good job, good job...",
le decía la muerte al funebrero
mientras lo observaba cumplir a pies juntillas
todo lo que ella le iba susurrando con suavidad mortecina al oído.
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