20 de octubre de 2016

Guerrera

Yo he visto el arsenal en sus ojos:
el cargamento de furia que le atraviesa la mirada.

Yo he visto a los guerreros más sangrientos
declinar sus armas y emprender la retirada.

La he visto agazapada,
quieta,
inmóvil,
esperando la hora señalada.

Yo he visto a esa guerrera obstinada.
Pariéndose de nuevo con cada nueva estocada.

(Imagen: R.S.A. Artworks). 

17 de octubre de 2016

Siempre fuiste mi constante,
mi faro al final del túnel,
mis pies en tierra,
mi ancla en noches de tormenta.

Quiero decir
que para reconocerme
siempre tuve que tocarte.

14 de octubre de 2016

Como un experto
en el don de la acupuntura
la tocó en el punto preciso
donde se le amontonaban todos los miedos.

Giró el engranaje exacto
donde traccionaban todas sus tristezas.

Y despacito,
sin inmutarse siquiera,
hundió sus dedos en la carne
presionando suavemente para que nada le doliera.

12 de octubre de 2016

Lo dejó del modo más cobarde:
por la espalda.

Escapó por los tirantes de su vida
como huyen los ratones de los barcos.

No podía sostenerle la mirada,
menos iba a sostenerle
aquellas manos temerosas del adiós.

No escuchó las últimas palabras:
ni las suyas, ni las de él.

Se negó a verlo alejarse
para no sucumbir a la tentación de irse con él.


11 de octubre de 2016

Sudestada

Soy una bomba de tiempo.
Un dique sin represa a punto de rebalsar.
Un huracán descontrolado.
Un vendaval desbocado.

Soy dinamita en estado crónico de ebullición.
Un ciclón que arremete, desordenado.
Un tornado descompuesto.
Una tempestad sin religión.

Soy una granada en la mano equivocada.
Una tormenta que siempre acaba de empezar.
Un aguacero que sucede sin solución de continuidad.
Una sudestada que carece de principio y de final.

7 de octubre de 2016

Si me vas a romper...

Si me vas a romper algo
que sean los huesos,
no el corazón.

Rompeme los esquemas,
la paciencia,
las ganas.

Paralizame los signos vitales.
Inmovilizame la sangre.
Desollame la piel.

Rompeme todos los puntos cardinales,
arrasá con cada una
de mis funciones cerebrales.

Arrancame los ojos.
Dejame en carne viva.
No dejes nada sano.

Pero si aún así
decidís romperme el corazón,
asegurate que no quede nada en pie.

Que se haya roto
por completo,
Que no respire nunca más.

Es que verás,
no le encuentro ningún sentido
a andar por ahí con un corazón rengo y dolorido.

Hecho de esquirlas y fragmentos.
Todas trizas
que a duras penas se esfuerzan en latir.

4 de octubre de 2016


C
reo seriamente,
que habría que dejarse de joder
y empezar a mostrarse
por las heridas.
Mi foto
Córdoba, Córdoba, Argentina
Guillermina Delupi© nació en San Luis en 1975. Actualmente vive en Córdoba. En 2011 participó del Primer Certamen de Ensayos "Las Nuestras. Mujeres que hicieron historia en Córdoba" y su ensayo fue publicado en un libro que reunió los relatos ganadores. En diciembre de ese año La Central, revista cordobesa de cultura, publicó su relato: "El hacedor de pollitos de colores". El diario Los Andes (Mendoza) publicó en 2012 el cuento "Noticia de una muerte" y en diciembre de 2013 la revista Rumbos digital publicó su relato "Las mujeres de mi familia". En 2014, la editorial Dunken incluyó su poema "De una vez" en la compilación "Letras del Face 3" y seleccionó “El hacedor de pollitos de colores” para integrar el libro de cuentos “Viajá conmigo”. En junio de 2014 ganó el 3° premio en el certamen literario nacional Paco Urondo y en septiembre Marcel Maidana Ediciones editó su eBook: “Fantasmas de otros”. En junio de 2019, su primer recital de poesía recibió un beneplácito del Concejo Deliberante de Córdoba por su aporte a la cultura. Ah, su amiga Emma Gunst (emmagunst.blogspot.com.ar) publicó tres de sus poemas en el blog que reúne a mujeres poetas de todo el mundo y de todos los tiempos.